Tuvieron que pasar un par de minutos para que el gesto de Cristiano Ronaldo en contra de la marca Coca-Cola se hiciera viral en todas las redes, en menos de una hora ya la marca había presentado pérdidas millonarias y una caída de 1.7% en el mercado bursátil. ¿Es posible que esto suceda? Nadie se podría llegar a imaginar cómo un gesto simbólico durante una rueda de prensa de fútbol tuviera un impacto tan colosal en la industria de productos ultraprocesados y azucarados.
La polémica, que está dando la vuelta al mundo, pone de manifiesto el papel de los influencers, la inmediatez del entorno digital y el cambio de rumbo que puede presentar una marca solo en cuestión de segundos. Esta situación supone grandes retos para las marcas, ya que no solo se trata de tener visibilidad en las plataformas digitales, sino de estar preparadas para enfrentar situaciones de crisis.
Una de las razones que explicaría la pérdida de 4 mil millones de dólares es el nivel de credibilidad e influencia que tienen figuras como Cristiano Ronaldo y el valor de su opinión a nivel mundial. Los influencers son ahora instrumentos comunicacionales que repercuten de forma directa en la reputación de las marcas, ya sea de manera positiva o negativa, como se vio en este caso.
El auge de las redes sociales y la interconectividad avanza a pasos agigantados. Pretender ir un paso hacia delante significaría un autoengaño, permanecer expectante, prever los posibles sucesos y contar con unas políticas que apunten al dinamismo que exige el escenario digital es una de las tantas opciones.