La comunicación gubernamental, esa necesidad manifiesta de movilizar a todo el público de interés (ciudadanía, grupos de presión, sociedad civil organizada, oposición, entre otros) en torno a nuestra gestión y proyecto político, no puede quedarse en solo un ejercicio de rendición de cuentas, enfocado en la agenda, el día a día o en la figura del gobernante; requiere de ejercicios de reflexión, articulación de los distintos niveles y actores del territorio y, ante todo, de cercanía, construcción de tejido social, interacción y movilización de la ciudadanía, si se entiende el carácter de doble vía de la comunicación asertiva y efectiva que más alcance tiene a las personas, pues es de esta forma como se legitima nuestra acción política.
Hoy, las herramientas tecnológicas como Internet y las redes sociales, han abierto nuevas posibilidades para convertir estas plataformas en escenarios propicios para la interacción, la construcción de redes de participación ciudadana y, en ese sentido, lograr una efectiva comunicación de gobierno. Por ello, es fundamental que los gobiernos comprendan el poder del ‘Clic’, y, por lo tanto, la importancia que adquiere aprender a manejar adecuadamente estas herramientas en favor de nuestro mensaje estratégico de gobierno.
No se trata de comunicar por comunicar, ni de generar grandes cantidades de contenidos en las redes, se trata de generar un engagement, es decir, un compromiso real de los seguidores con nuestra marca territorio, de gobierno, de gobernante. Y ¿Cómo se logra este engagement? Pensando en la audiencia: desde el contenido que se genera hasta las reacciones que se espera provocar en ellos, con los mismos.
De esta forma, es importante que las personas que están a cargo de la comunicación de nuestro gobierno a nivel digital estén conectadas con la estrategia política de nuestro proyecto, lo conozcan y además lo sepan comunicar de una forma creativa, vanguardista, empática y efectiva.
Así las cosas, lo primero que debe hacer este equipo es entrar en contacto con la comunicación pública 360º: online-offline y tener en cuenta que una técnica integrada de comunicación no significa invadir a la audiencia con copias exactas de mensajes en todas las redes sociales -solo por tener presencia-, sino que consiste en conocer la esencia de cada una de las redes sociales, hacer una debida segmentación del público y en ese orden hacer una debida selección del material a publicar, del manejo que se le dará.
Lo segundo, está relacionado con la elaboración de contenido. Los usuarios prefieren y centran más su atención en publicaciones audiovisuales. Por tanto, si queremos llamar la atención y sobretodo generar rendición y movilización, debemos ser vanguardistas. Evitar las publicaciones de “copies” extensos y reemplazarlas por publicaciones con infográficos creativos, interactivos y muy precisos.
Otro aspecto fundamental de la comunicación de gobierno tiene que ver con la interacción y la movilización ciudadana. Hoy las redes sociales, cuentan con herramientas como el Live presente en social media como Facebook, Instagram, YouTube, entre otros, que permiten la interacción en tiempo real. Los gobiernos deben considerar dentro de su gestión estas herramientas como una posibilidad de conectar en tiempo real con la ciudadanía. El político no debe olvidar que es la ciudadanía a quien se debe y que uno de los atributos que más valoran los ciudadanos es la cercanía y la posibilidad de interactuar. Por tanto, estas herramientas además de servir para la rendición de cuentas y para comunicar el gobierno, se convierten en validadoras de los mismos y legitimadoras del gobernante, si se utilizan bien.
Finalmente, se debe tener en cuenta que una buena comunicación de gobierno no solo depende de lo que hagamos a nivel online – aunque si es importante-, por ello, también es imprescindible desarrollar los atributos de la comunicación de gobierno offline, ser siempre estratégicos, tener claro, quién, qué, cómo, cuándo y dónde, queremos comunicar algo, teniendo como núcleo central al ciudadano.
Existe un proverbio popular que dice: “ni mucho que queme al Santo, ni nada que no lo alumbre”. Hay gobiernos que basan su comunicación de gobierno, única y exclusivamente en estrategias digitales, en la comunicación online, pero que, a la hora de interactuar cara a cara con la ciudadanía, les falta cercanía, empatía; del otro lado, están los que les cuesta adaptarse a las bondades de la tecnología y prefieren seguir comunicando su gobierno a pie de calle, desaprovechando un gran potencial en estos recursos. Por ello, es importante que los gobiernos de hoy, centren cada vez más su atención en la comunicación de gobierno como un tema central a potenciar en todos sus niveles.