Informe de análisis prospectivo de las elecciones legislativas, presidenciales y consultas internas que tendrán lugar en Colombia en marzo y mayo de 2022 en alianza con la Asociación Colombiana de Consultores Políticos
13 de marzo de 2022: la primera vuelta presidencial y la “renovación” del Congreso
Con las consultas internas, el escenario legislativo está tendiendo a desdibujarse y pasando a un segundo plano en la agenda nacional, razón por la cual el trabajo de maquinarias está más activo que nunca, sobre todo en las elecciones a la Cámara de Representantes, que son el verdadero pulso del trabajo de las diferentes casas políticas en Colombia. Por lo anterior podemos decir con contundencia que, en la fotografía de hoy, ningún partido va a tener mayoría absoluta y que la renovación del Congreso, que fue un reclamo en las protestas de 2020 y 2021, no será completa. Este año los protagonistas del escenario legislativo son los partidos políticos, en especial el Conservador, Cambio Radical y la U), cada uno por su lado y sin muchas caras nuevas más allá de la tentativa de la U de atraer votos para Catherine Ibargüen.
El uribismo arranca la campaña al Senado en medio de la crisis, por las renuncias de congresistas, por la falta de Uribe y por el lastre del Gobierno Duque. Una situación que reconocen los mismos miembros de la colectividad y que atendiendo a los cálculos más optimistas se habla de 14 curules, cinco menos que las obtenidas como partido de gobierno en 2018. La salida de la llanera Amanda Rocío González le quita al Centro Democrático unos 60 mil votos y la de Edward Rodríguez, unos 100 mil, además de no tener a Uribe en la lista, quien en 2018 aportó más de 800 mil votos. No estarán los afiles de Duque en el Congreso, los congresistas Edward Rodríguez y Ernesto Macías.
Muchos partidos se valieron de influenciadores y personajes de la vida pública. El caso más representativo es el Partido de la U, con Catherine Ibargüen como cabeza de lista, el Nuevo Liberalismo con Mabel Lara, el Pacto Histórico con la activista Mafe Carrascal y el Centro Democrático con Miller Soto, abogado e influenciador de Barranquilla, el youtuber cristiano Oswaldo Ortíz y el dj de Caracol Radio, Andrés Motta. La renovación es una verdad a medias, pues pese a los grandes esfuerzos, principalmente del partido de la U de refrescar la lista, las caras nuevas pertenecen a los jóvenes de clanes políticos tradicionales, es el caso de Saray Robayo Bechara en Córdoba, quien reemplaza a su primo Erasmo Zuleta o el hermano de Ruby Chagüi, Julio Chagüi, también en el departamento de Córdoba. Y en las toldas del Partido Conservador, Cambio Radical y el Partido Liberal, la situación no es muy diferente.
En la lista a Cámara y Senado del Pacto Histórico, reinaron los intereses políticos y no la inclusión. El comunicado de esta coalición del mes de agosto de 2021 que anunciaba las listas cerradas dijo que estas garantizarían “la representación de las mujeres y la juventud, de los pueblos afros, indígenas y campesinos”, así como del “liberalismo socialdemócrata, el empresariado, la gente trabajadora y la comunidad Lgbt”. Pero esa propuesta de amplitud chocó con la prioridad que los partidos tuvieron sobre la conformación de las listas. Por ejemplo, Jacqueline Castillo, candidata de Mafapo, dijo que en abril de 2021 enviaron una carta al partido Mais para participar en la lista al Senado y solo recibieron respuesta hasta el día de inscripción de la lista, en una llamada en la que le dijeron que sí iba a estar en la lista, sin aclararle el puesto. Más tarde se supo que quedó en el puesto 80 de la lista al Senado y Luz Marina Bernal, otra líder reconocida de las víctimas de falsos positivos, está en el puesto 100, el último de la lista. Ante esto, la precandidata presidencial Francia Márquez advirtió que estaba considerando dejar el Pacto Histórico, pero Petro logró negociar con ella. Otro movimiento interesante, fue la llegada con fuerza de los amigos de Daniel Quintero, alcalde de Medellín al equipo de Petro: el exconcejal Álex Flórez, ocupa el puesto 11 en la lista al Senado. Es un puesto privilegiado, por encima de otros aliados de Petro como la excandidata presidencial Clara López y los congresistas Wilson Arias y César Pachón. La posición favorable del movimiento del alcalde Quintero en la lista del Pacto refuerza acercamientos previos entre ambas fuerzas y marca una ruta por la que Petro buscará recortarle distancia a la derecha y al centro en Antioquia, luego de su derrota en esa región en 2018.
Por otro lado, el gran error de la Coalición Centro Esperanza es que no consolidó una oferta electoral única para las legislativas y esto le quita una carta importante, porque tiene más figuras reconocidas susceptibles de atraer votos en el Congreso. La apuesta por listas únicas habría dado un golpe de opinión importante, pero esto no sucedió por el anhelo del Nuevo Liberalismo, de los Galán, de probar su capacidad de convocatoria con su recién recuperada personería jurídica. La división estuvo a punto de ahondarse por el conflicto dentro de la Alianza Verde entre partidarios de la coalición Centro Esperanza y partidarios del Pacto Histórico, pero acabó con la decisión de “dejar en libertad a los militantes” para la presidencial y no se resolvió para la legislativa, porque los congresistas verdes están atados a su partido por la legislación sobre la doble militancia. Si se presentaban como independientes, corrían el riesgo de ser barridos entre las listas de las coaliciones de izquierda y de centro. Pero si se presentaban en una lista de coalición con el Centro Esperanza, el ala izquierda quedaba en una situación incómoda jugando con dos aliados distintos en las dos elecciones.
Consultas internas de partido
Luego de haberse cumplido el plazo para la inscripción de las consultas internas de partido, el CNE (Consejo Nacional Electoral) definió que serán 15 los precandidatos presidenciales que pondrán en manos del electorado colombiano su pase a la primera vuelta presidencial. El mecanismo de consulta interna en esta ocasión lo usaron únicamente para elegir el candidato único de cada una de las tres coaliciones creadas para la campaña presidencial: el Pacto Histórico, la Coalición Centro Esperanza y el Equipo por Colombia.
Fueron muchos meses de disputas, conversaciones, pactos y reuniones, en las que algunas cosas se concretaron y otras no, en específico, el portazo de Óscar Iván Zuluaga y el Centro Democrático al Equipo por Colombia, que terminó prohibiéndole a sus militantes apoyar en la consulta a los miembros de esa convergencia de centro-derecha; la salida definitiva de Ingrid Betancourt de la Coalición Centro Esperanza por posiciones irreconciliables con varios de sus miembros y las peleas dentro del Pacto Histórico que dejan entrever que dentro de esa coalición ganó la política tradicional y no la inclusión.
La primera alianza en informar a la Registraduría sus integrantes definitivos fue la Coalición Centro Esperanza, cuyos participantes serán Juan Manuel Galán (Nuevo Liberalismo), Sergio Fajardo (ASI), Jorge Enrique Robledo (Dignidad), Carlos Amaya (Dignidad) y Alejandro Gaviria (Colombia tiene Futuro). Llama la atención que el equipo del denominado centro, que se autodenomina de “alternativos”, no tiene precandidatos afrodescendientes ni mujeres.
En el caso de la izquierda, el tarjetón del Pacto Histórico lo encabezará su líder natural, Gustavo Petro (Colombia Humana), y le seguirán en ese orden los precandidatos Francia Márquez (Polo Democrático Alternativo), Camilo Romero (ADA) quien no encontró hueco en la Coalición Centro Esperanza, Arelis Uriana (Mais) y Alfredo Saade (ADA). En este equipo la gran sorpresa fue el exgobernador de Antioquia, Luis Pérez, quien no logró aterrizar en la consulta de esta agrupación e irá en solitario en la primera vuelta. Si bien contaba con el visto bueno de Petro, hubo rechazo de algunas fichas clave como los senadores Gustavo Bolívar e Iván Cepeda, quienes mostraron disgusto por el pasado de Pérez y su papel clave como—alcalde de Medellín—en la puesta en marcha de la Operación Orión en el año 2002. En síntesis, el Pacto Histórico quedó como estaba previsto en las últimas semanas y de sus listas solo se bajó Roy Barreras, quien, aunque consiguió aval por firmas, aceptó la petición de Petro para que desistiera de su aspiración presidencial y terminó en la lista cerrada al Senado.
La que era considerada una de las alianzas más esperadas dentro de la conocida Coalición de la Experiencia y formalmente denominada, Coalición Equipo Colombia fue la Óscar Iván Zuluaga y cuyo tarjetón terminó encabezando Aydeé Lizarazo (Mira), seguida por Alejandro Char (País de Oportunidades), David Barguil (Partido Conservador), Enrique Peñalosa (Partido de la U), y Federico Gutiérrez (Creemos Colombia).
Ahora bien, en el panorama electoral de las tres coaliciones presidenciales que irán a consulta el 13 de marzo la preferencia de voto por “Ninguno” es la opción mayoritaria, según La Gran Encuesta Elecciones 2022 de la firma YanHaas mostró que los que puntean en intención de voto son Gustavo Petro (Pacto Histórico), Sergio Fajardo (Coalición Centro Esperanza) y Federico Gutiérrez (Equipo por Colombia).
En la medición general sobre la intención de voto por cada una de las coaliciones en las consultas, apareció en primer lugar la opción No votaría por ninguna, con 34%. La que más intención de voto obtuvo fue el Pacto Histórico (29%), seguido por la Coalición Centro Esperanza (18%), y tercero Equipo por Colombia (13%), mientras que No sabe / no responde registró 6%.
En el caso del Pacto Histórico, Petro (36% de preferencia) fue superado únicamente por la opción “Ninguno”, que obtuvo 42%. Detrás de Petro aparecen Francia Márquez (8%), No sabe/no responde (5%), Camilo Romero (4%), y por último Arelis Uriana y Alfredo Saade (ambos con 2%). En la Coalición Centro Esperanza, sigue punteando
Imagen tomada de: El Colombiano
Sergio Fajardo, con 18% de preferencia. Al exgobernador de Antioquia solo lo supera la opción “Ninguno”, con el 47%. Detrás de Fajardo aparecen Juan Manuel Galán (12%), No sabe/no responde (5%), Alejandro Gaviria y Jorge Robledo (ambos con el 3%), y por último Carlos Amaya con el 2%. En el caso del Equipo por Colombia el que se afianzó fue Federico Gutiérrez (15% de preferencia de voto), solo superado por “Ninguno” (55%). Detrás de Fico Gutiérrez aparecen Char (10%), Enrique Peñalosa (9%), No sabe/no responde (4%), David Barguil (4%) y por último Aydeé Lizarazo (3%).
29 de mayo de 2022: la elección del candidato que va competir con Petro
La campaña presidencial comienza a consolidarse con la renuncia de muchos precandidatos y las tres grandes coaliciones, que irán a consultas simultáneas con las legislativas de marzo de 2022. Las encuestas y los debates públicos se están organizando en función del triángulo de coaliciones que deja por fuera las candidaturas de Rodolfo Hernández y Oscar Iván Zuluaga.
En primer lugar, vale la pena nombrar a 7 aspirantes presidenciales que van a ir solos a la primera vuelta presidencial el 29 de mayo. El que tiene más respaldo electoral es Óscar Iván Zuluaga, pues es el candidato del partido Centro Democrático, aunque por momentos busque desmarcarse del gobierno Duque. Esta lista la completan los aspirantes Rodolfo Hernández y Luis Pérez, que van por firmas; Ingrid Betancourt (Verde Oxígeno) y Enrique Gómez Martínez (Salvación Nacional) de los partidos y movimientos que recuperaron su personería jurídica hace unos meses y John Milton Rodríguez (Colombia Justa Libres) y Luis Gilberto Murillo (Colombia Renaciente) quienes no pudieron concretar alianzas con otros partidos. Por otro lado, evidencia de la crisis del Partido Liberal, no hay un candidato de las toldas rojas y la agrupación que lidera el expresidente César Gaviria aún no define si apoyará alguna de las consultas.
Ahora, el Pacto Histórico seguramente tenga de candidato a Gustavo Petro, candidato que según las últimas mediciones parece estarse estancando en intención de voto y aumentando la resistencia y por eso la izquierda no la tiene fácil. Se avizora que de aquí al 29 de mayo aparezcan adversarios más sólidos, que hará que los votos se reporten sobre los candidatos más llamativos del centro y la derecha. Así, Petro enfrenta el reto de abrirse a sectores nuevos y tradicionales para vencer la reticencia que suscita su candidatura fuera de la izquierda y adquirir un tinte de respetabilidad, quiso hacerlo con la visita al Papa, con la llegada de Armando Benedetti, Roy Barreras y el líder cristiano Alfredo Saade, pero todas ellas fueron estrategias mal recibidas que provocaron no solo ataques desde el centro y la derecha, sino conflictos internos.
En el inicio de la carrera presidencial, casi todas las precandidaturas se definieron como de centro y los acercamientos y las rupturas dentro de la Coalición Centro Esperanza han generado un gran ruido mediático que ya tiende a cansar a la opinión pública. De momento, todos los análisis apuntan a que la contienda es entre Fajardo y Galán, ya que Gaviria no despega y se le agota el tiempo. El centro puede esperar resultados favorables solo si supera las turbulencias de la organización de las candidaturas, atrae votantes a la consulta y cuida su mejor activo: tener al principal adversario de Petro, puesto que le está quitando el exalcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, sobre el cual nos referimos más adelante.
Imagen tomada de: El Colombiano
La coalición de la derecha pretende reunir a los decepcionados del impopular gobierno Duque. Y contrariamente a las otras coaliciones, separa formalmente el escenario legislativo y el presidencial. Aunque esta consulta tendría menos votantes que las de izquierda y centro, su resultado es el más incierto y puede aprovechar el poder de las maquinarias que siguen dominando el tablero en las legislativas para atraer votos a la consulta.
La fuerza de las organizaciones partidarias vinculadas al sector es su gran ventaja y debería permitirle seguir dominando el Congreso. Pero esto no se traslada automáticamente al escenario presidencial, y ahí radica su mayor debilidad. Ninguno de sus precandidatos despierta mucho entusiasmo en la opinión y aun sumando fuerzas detrás del vencedor de la consulta, la perspectiva de llegar a segunda vuelta no es favorable. Y aunque para muchos el expresidente Álvaro Uribe ya no es el gran elector, sí está claro que aportará un piso de simpatizantes que necesita la coalición y no se descarta que el gobierno también pueda favorecer a la coalición en los últimos meses de la campaña.
Conviene también mencionar la incógnita que representa Rodolfo Hernández, quien no se integró a una coalición y sigue su campaña en redes sociales con un discurso antipolítico, tan exitoso como peligroso para el país y la democracia. La Gran Encuesta Elecciones 2022 lo ubicó en el segundo puesto detrás de Petro. Si Hernández sigue así desplazaría a los candidatos de la derecha. Pero como es costumbre en la recta final de la campaña, los candidatos que se anticiparon a consolidar sus candidaturas se estancan y los sobrepasan quienes no han incurrido en el desgaste mediático. Habrá que ver hasta dónde puede llegar Hernández con ayuda de las redes sociales.