El sector de la construcción está sumido en una encrucijada llena de desafíos que han dejado al descubierto las fallas en la calidad de los servicios prestados por las organizaciones que forman parte de esta industria. Estas situaciones han generado una pérdida drástica de confianza por parte de los usuarios, como resultado de tensiones y crisis que pueden surgir debido a problemas operativos, de seguridad, orden público, regulación, administración, relación con la comunidad, impacto ambiental, entre muchos otros que afectan día a día este sector. Los problemas mencionados anteriormente contribuyen radicalmente a la afectación de proyectos tales como edificios, conjuntos residenciales, centros comerciales, complejos habitacionales, comerciales, industriales, empresariales y todos aquellos que tengan su base en este sector económico.
Estas situaciones problemáticas tienen el potencial de trascender más allá del ámbito privado y afectar la esfera pública, logrando un impacto en la opinión general y dañando directamente la imagen de las empresas constructoras. Además, pueden acarrear repercusiones financieras y legales, poniendo en peligro la viabilidad y continuidad de los proyectos. De acuerdo con la Contraloría General de la República, en el año 2020, Colombia contaba con una cifra alarmante: un total de 1,400 obras inconclusas, representando una inversión aproximada de $25 billones de pesos, cifra que no se debe menospreciar.
Con el auge de la expansión urbana, la conurbación y el creciente flujo poblacional hacia áreas periféricas de las ciudades, la inversión en construcción se ha disparado y curiosamente las licencias en cuanto a metros cuadrados han disminuido. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en abril de 2023 se otorgaron licencias para construir, en total, 1,459,129 metros cuadrados. Aunque esto representó una disminución del 35.4% en comparación con el mismo mes del año anterior, sigue siendo una cifra de importancia para su análisis. Esta realidad ha incrementado los riesgos tanto internos como externos a los que las empresas constructoras deben enfrentarse todos los días.
Según el Censo de Edificaciones correspondiente al primer trimestre de 2023 (enero-marzo), el 63.4% del área total censada se encontraba en proceso de construcción, mientras que el 26.5% se encontraba paralizada y únicamente el 10.0% había concluido su actividad. Esto refleja cómo una crisis o riesgo reputacional derivado de los factores mencionados en párrafos anteriores puede detener parcial o completamente la construcción de proyectos de viviendas, como edificios y conjuntos residenciales. Dichas crisis pueden dar como resultado problemas legales y financieros debido a incumplimientos de plazos, falta de inversión y liquidez. Por otro lado, en el caso de proyectos comerciales como centros comerciales y malls, una crisis reputacional puede resultar en pérdidas masivas de inversión y generar desconfianza y desinterés por parte de las marcas interesadas lo que se traslada a una drástica disminución de los usuarios que visitan y consumen bienes y servicios en el centro comercial.
En resumen, cada proyecto gestado en el sector de la construcción se encuentra expuesto a riesgos que amenazan su sostenibilidad y continuidad. Además, existe una interrelación directa entre lo micro y lo macro, lo cual significa que una crisis en un proyecto en particular puede afectar la reputación general de la empresa constructora, la entidad financiera, otros proyectos de construcción o los inversionistas principales involucrados en dicho proyecto. Asimismo, es posible que los problemas a nivel macro afecten proyectos individuales relacionados con la organización en crisis.
Por tanto, resulta imperativo tomar medidas preventivas, reaccionar de manera adecuada y gestionar de forma efectiva las tensiones y crisis reputacionales que puedan surgir en el sector de la construcción. Es fundamental tener en cuenta las cuatro fases del ciclo de crisis para garantizar la supervivencia y continuidad de proyectos como edificios, conjuntos residenciales, centros comerciales, malls y otros. (gráfica 1)
En este sentido, resulta pertinente contar con profesionales y entidades especializadas en estos temas, capaces de asesorar y acompañar a los equipos en la identificación y diagnóstico de posibles vulnerabilidades que representen un riesgo reputacional. Además, estos expertos deben ser capaces de reaccionar y gestionar las situaciones de tensión y crisis que se presenten, y desarrollar protocolos de crisis que permitan hacer frente a posibles eventualidades en este sector en constante expansión y riesgo.
Referencias
Contraloría General de la República (2020). #NoMásElefantesBlancos [Webinar]. Colombia. //www.contraloria.gov.co/es/w/aumenta-cantidad-y-valor-de-elefantes-blancos-obras-inconclusas-y-proyectos-cr%C3%ADticos-que-ha-identificado-la-contralor%C3%ADa-general-van-1.400-por-un-total-de-25-billones-de-pesos
Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE] (2023). Licencias de Construcción (ELIC). Abril 2023. //www.dane.gov.co/files/operaciones/ELIC/bol-ELIC-abr2023.pdf
Departamento Administrativo Nacional de Estadística [DANE] (2023). Indicadores Económicos Alrededor de la Construcción (IEAC). Junio 2023. //www.dane.gov.co/files/operaciones/IEAC/bol-IEAC-ITrim2023.pdf